Usain Bolt, considerado el velocista más grande de todos los tiempos, abrió su corazón en una reciente entrevista en la que hizo un repaso completo de su carrera, los sacrificios que tuvo que afrontar y cómo ha cambiado su vida desde que colgó los clavos. Con ocho medallas de oro olímpicas y once títulos mundiales, el jamaiquino dejó una huella imborrable en el atletismo, pero también mostró que detrás de la gloria hubo disciplina, esfuerzo y momentos de gran renuncia. Bolt recordó sus inicios en Trelawny, Jamaica, cuando soñaba con ser futbolista, hasta convertirse en el ícono que revolucionó el sprint. Además, explicó que más allá de la velocidad, lo que lo llevó a la cima fue la constancia en el entrenamiento, el cuidado de su cuerpo y el apoyo de su familia.
El hombre más rápido del mundo revela sus secretos y reflexiona sobre el futuro lejos de las pistas
Ya retirado de la competición desde 2017, el “Rayo” vive una nueva etapa marcada por proyectos personales y empresariales, aunque reconoce que nada se compara con la adrenalina de los estadios repletos coreando su nombre. El exatleta confesó que lo más difícil de dejar el deporte profesional fue encontrar un nuevo propósito, pero que con el tiempo descubrió que podía inspirar a las nuevas generaciones desde otra perspectiva. También habló sobre su rol como padre y su pasión por la música y los negocios, que hoy ocupan gran parte de su agenda. En su mensaje final, Bolt resaltó que el éxito no se mide solo en títulos, sino en el legado que uno deja. Por ello, anima a los jóvenes a no rendirse, a creer en su talento y a trabajar con disciplina para alcanzar sus metas, recordando que su historia es la prueba de que los límites están para romperse.