Shohei Ohtani ha reescrito la historia de las Grandes Ligas con una actuación que selló el boleto de Los Angeles Dodgers a la Serie Mundial 2025. En el Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Cerveceros de Milwaukee, el astro japonés protagonizó una de las exhibiciones individuales más asombrosas jamás vistas en postemporada. Desde el montículo, Ohtani fue un muro impenetrable, lanzando seis entradas en blanco, limitando al rival a solo dos hits y ponchando a 10 bateadores con control y poder devastadores. Pero su dominio no se limitó a la lomita: en la caja de bateo, el «Sho-Time» se encendió con una furia inusitada, conectando tres cuadrangulares monumentales (incluyendo uno para abrir el partido y otro de 146 metros), impulsando a los Dodgers a la victoria por 5-1 y completando la barrida en la serie. Esta combinación de lanzar con maestría y batear con poder se convierte en el primer juego en la historia de la MLB con al menos 10 ponches y tres home runs por parte de un mismo jugador, consolidando su estatus como el beisbolista más único del planeta.
El Fenómeno Japonés Conecta Tres Jonrones y Domina en el Montículo en una Actuación Sin Precedentes
La actuación épica de Ohtani fue la chispa que encendió a unos Dodgers que, a pesar de su estelar temporada, lo habían visto batallar en los turnos al bate durante los juegos previos de los Playoffs. El tricampeón del MVP, que venía de una postemporada discreta según sus altos estándares, emergió justo en el momento de mayor presión, demostrando por qué fue el protagonista del contrato más grande en la historia del deporte. Su épica noche no solo aseguró el título de la Liga Nacional para la novena angelina —quienes buscan ser bicampeones del Clásico de Otoño—, sino que también le valió el premio al Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato. Los Dodgers, impulsados por la incomparable genialidad bidireccional de Ohtani, llegan a la Serie Mundial 2025 con un impulso arrollador, listos para enfrentar a su rival y cimentar un legado que ya está irremediablemente ligado al nombre del fenómeno japonés.