Sergey Kozeev fue un turista ruso nacido en 1983, apasionado por los deportes extremos y la exploración. En noviembre de 2020, emprendió una expedición en solitario hacia la cueva Veryovkina, ubicada en Abjasia, considerada la más profunda del planeta con más de 2.200 metros. Sin experiencia formal en espeleología, Kozeev descendió hasta los 1.100 metros, superando zonas técnicas y peligrosas. Su equipo era insuficiente y no contaba con los conocimientos necesarios para enfrentar las condiciones extremas del lugar. Tras varios días sin contacto, fue reportado como desaparecido.
Subtítulo: La historia del turista ruso que perdió la vida en la cueva más profunda del mundo
Su cuerpo fue hallado en agosto de 2021 por espeleólogos rusos, atado a una cuerda en una zona de difícil acceso. La causa de muerte fue hipotermia, provocada por quedar atrapado en una sección húmeda y fría de la cueva. El rescate duró varios días y requirió una operación compleja. Su historia se convirtió en un llamado de atención sobre los riesgos de explorar sin preparación adecuada. Kozeev dejó un legado trágico que hoy sirve como advertencia para aventureros: la naturaleza, por fascinante que sea, exige respeto, conocimiento y prudencia. Su caso sigue siendo uno de los más impactantes en la historia de la espeleología moderna.