Repsol, la multinacional energética española, está reforzando su estrategia hacia un modelo de negocio más sostenible. La compañía, históricamente vinculada a los combustibles fósiles, ha emprendido una transformación para adaptarse a las exigencias de la transición energética y a la reducción de emisiones de carbono.
Uno de los pilares de esta nueva etapa es el desarrollo del hidrógeno renovable, considerado clave para descarbonizar sectores industriales y de transporte pesado. Repsol ya cuenta con proyectos en marcha en España, como los situados en Cartagena y Bilbao, donde planea instalar plantas pioneras de producción de hidrógeno verde.
La compañía también avanza en biocombustibles avanzados, con nuevas instalaciones de producción en sus refinerías. Estos proyectos permitirán reducir la dependencia del petróleo y ofrecer alternativas energéticas más limpias.
En lo financiero, Repsol ha presentado resultados positivos, beneficiándose de la recuperación de los precios del crudo, aunque su objetivo a largo plazo es desvincularse gradualmente de esta dependencia. El plan estratégico 2021-2025 contempla inversiones superiores a los 18.000 millones de euros, la mayoría destinados a energías bajas en carbono.
Con esta estrategia, Repsol busca equilibrar rentabilidad y sostenibilidad, consolidándose como un actor clave en la nueva era energética.