La Unión Europea es el principal socio comercial de Rumanía, representando más del 70% de sus exportaciones e importaciones. Alemania, Italia, Francia y Hungría lideran la lista de países con los que Rumanía mantiene intercambios económicos intensivos.
Un mercado integrado pero dependiente del bloque comunitario
La adhesión a la UE en 2007 trajo beneficios sustanciales: acceso a un mercado común, fondos estructurales, crecimiento del comercio y mayor inversión extranjera directa. La integración ha sido clave para modernizar sectores como la industria automotriz, la agricultura y la infraestructura.
No obstante, esta relación también implica vulnerabilidad. La economía rumana depende en gran medida de la demanda externa, especialmente de Alemania. Cualquier desaceleración económica en Europa afecta directamente al crecimiento rumano.
Además, muchos productos exportados por Rumanía son bienes intermedios o ensamblajes de bajo valor agregado. La economía necesita escalar hacia una posición más competitiva en innovación y manufactura avanzada para reducir su dependencia de cadenas de producción externas.
La pertenencia a la UE también impone normas estrictas de gobernanza económica y control fiscal. Aunque esto ha traído estabilidad, limita el margen de maniobra del gobierno rumano para aplicar políticas expansivas.
A largo plazo, el desafío es convertir la integración europea en una palanca para un desarrollo más autónomo y sostenible.