En 2025, Nike se encuentra en una encrucijada comercial debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos fabricados en Asia, especialmente en China y Vietnam, donde se concentra gran parte de su producción. La compañía estima que estas tarifas representarán un coste adicional de 1.000 millones de dólares en su ejercicio fiscal actual. Este aumento ha afectado directamente sus márgenes de beneficio, provocando una caída del 12% en sus ingresos trimestrales y una reducción del 86% en su utilidad neta. Para mitigar el impacto, Nike ha comenzado a reestructurar su cadena de suministro, trasladando parte de su producción fuera de China y ajustando sus precios en el mercado estadounidense.
La marca deportiva enfrenta desafíos económicos por las nuevas políticas comerciales estadounidenses
A pesar de los desafíos, Nike mantiene una postura proactiva. La empresa planea reducir su dependencia de Asia, diversificar sus centros de fabricación y fortalecer sus relaciones con minoristas locales. Además, ha anunciado medidas para estabilizar su negocio, como recortes de costos y una renovación de su estrategia comercial.