Presión máxima para una de las franquicias más icónicas de la liga
Los Dallas Cowboys, conocidos como “El equipo de América”, inician una nueva temporada con el objetivo de poner fin a casi tres décadas sin ganar un Super Bowl. Con una plantilla talentosa y una base de aficionados inquebrantable, la presión sobre el entrenador Mike McCarthy y el mariscal Dak Prescott es más alta que nunca.
Dallas cuenta con una de las defensas más temibles de la NFL, liderada por Micah Parsons, quien se ha consolidado como uno de los mejores cazamariscales del momento. Su capacidad para generar presión y cambiar el ritmo del juego convierte a la defensa en el pilar del equipo.
En ofensiva, Prescott busca recuperar la consistencia que lo llevó a ser uno de los pasadores más productivos de la liga. El receptor CeeDee Lamb continúa siendo su principal objetivo, mientras que el regreso del corredor Tony Pollard ofrece un equilibrio esencial al ataque.
Sin embargo, los Cowboys saben que la postemporada es su gran deuda pendiente. A pesar de dominar durante la temporada regular, las eliminaciones tempranas en playoffs han generado frustración entre los fanáticos.
La organización mantiene la esperanza de que este sea el año en que finalmente logren superar esos obstáculos. Con talento, experiencia y determinación, Dallas busca escribir un nuevo capítulo en su gloriosa historia.