El uso del lenguaje neutro ha irrumpido en la cultura popular como una herramienta de inclusión para personas no binarias y disidentes de género. Producciones como Sex Education o Euphoria han incorporado personajes que utilizan pronombres neutros, mientras que artistas como Sam Smith y Demi Lovato han visibilizado su identidad no binaria en medios masivos. En redes sociales, expresiones como “todes”, “amigues” o “elle” se han vuelto comunes entre comunidades jóvenes, generando nuevas formas de comunicación que desafían el binarismo tradicional del español. Esta transformación lingüística busca reflejar la diversidad de identidades y fomentar el respeto, pero también plantea interrogantes sobre la adaptación del idioma y su impacto en la comprensión general.
De series juveniles a redes sociales, el lenguaje neutro redefine la representación, pero también divide opiniones
Sin embargo, el fenómeno no está exento de polarización. Mientras colectivos activistas celebran el avance hacia una comunicación más equitativa, sectores conservadores y académicos cuestionan su validez gramatical y su imposición en espacios públicos. La Real Academia Española ha mostrado reservas, y algunos gobiernos han prohibido su uso en documentos oficiales. En este contexto, el lenguaje neutro se convierte en un símbolo de cambio cultural, pero también en un campo de disputa ideológica. ¿Es una evolución necesaria o una moda pasajera? La respuesta, como el lenguaje mismo, sigue en construcción.