Uno de los elementos que hacen del Mundial un torneo tan fascinante es su capacidad para generar sorpresas. A pesar de contar con selecciones históricas como Brasil, Alemania, Argentina o Italia, el fútbol mundial ha demostrado que nada está garantizado. En más de 90 años de historia, se han producido resultados inesperados que pasaron a la historia.
Una de las mayores sorpresas ocurrió en 1950, cuando Uruguay derrotó a Brasil en el famoso «Maracanazo». Más de 170.000 espectadores esperaban la coronación brasileña, pero la «Celeste» silenció a todo el estadio con un histórico 2-1. Hasta hoy, ese partido es considerado uno de los momentos más impactantes del deporte.
En 1966, Corea del Norte protagonizó una hazaña al vencer a Italia, una potencia futbolística, eliminándola en fase de grupos. Décadas después, su vecino Corea del Sur también sorprendió al mundo al alcanzar las semifinales del Mundial 2002, venciendo a equipos europeos tradicionales como Italia y España.
Más recientemente, en 2018, Alemania —campeona defensora— fue eliminada en fase de grupos tras perder sorprendentemente contra Corea del Sur. En esa misma edición, Croacia se convirtió en la selección revelación al llegar a la final, demostrando que el esfuerzo colectivo puede superar las diferencias históricas entre equipos.
Las sorpresas del Mundial son una parte esencial de su encanto. Son momentos que recuerdan que el fútbol no se juega solo con nombres o estadísticas, sino con pasión, entrega y decisiones en segundos. Cada edición trae la posibilidad de un nuevo capítulo inesperado, manteniendo vivo el espíritu impredecible que hace al Mundial el espectáculo deportivo por excelencia.