La historia que capturó la atención global sobre el supuesto «primer delito cometido en el espacio» ha llegado a su fin con un veredicto de inocencia. La astronauta de la NASA Anne McClain, una condecorada piloto y veterana de la Estación Espacial Internacional (EEI), fue formalmente exonerada de las acusaciones de haber accedido ilegalmente a las cuentas bancarias de su exesposa, Summer Worden, mientras se encontraba en órbita en 2019. La investigación interna de la NASA y la posterior revisión de la Oficina del Inspector General (OIG) concluyeron que no existía evidencia de que McClain hubiera cometido un delito penal. Los registros demostraron que McClain simplemente accedió a la cuenta bancaria conjunta que mantenía con Worden, algo que había hecho rutinariamente durante su relación, y que estaba permitido bajo las leyes de divorcio de Texas.
Ana McClain Absuelta Tras la Investigación de la NASA por Acusaciones de Acceso Ilegal a Datos Bancarios
El caso, que generó un intenso debate sobre la jurisdicción legal en el cosmos, se desinfló rápidamente una vez que los hechos fueron examinados. Worden había presentado la denuncia argumentando que el acceso desde la EEI constituía un delito. Sin embargo, la OIG dictaminó que McClain no había violado ninguna ley federal ni las políticas internas de la NASA, ya que la pareja continuaba utilizando las cuentas en el proceso de separación. La declaración de inocencia cierra un capítulo polémico que puso a prueba la capacidad de la justicia terrestre para lidiar con el derecho internacional y el comportamiento en el espacio. Para Anne McClain, que vio su reputación manchada por la cobertura mediática sensacionalista, la exoneración marca una victoria legal y personal, permitiéndole continuar con su carrera en la exploración espacial. La verdadera lección del caso no es sobre el crimen en órbita, sino sobre la complejidad legal de las relaciones personales en la frontera final.