Brasil se prepara para hacer historia en la ingeniería de América Latina con la construcción del primer túnel submarino de la región. Este ambicioso proyecto unirá dos ciudades portuarias estratégicas en el estado de São Paulo: Santos y Guarujá. Con una inversión multimillonaria, la obra no solo será un logro técnico, sino un catalizador para la economía y la logística del país. El túnel, que cruzará el canal a una profundidad de 21 metros y contará con 870 metros de longitud bajo el agua, está diseñado para ser una solución integral de transporte. Incluirá carriles para vehículos, una ciclovía, pasajes peatonales y un espacio reservado para futuros trenes ligeros (VLT), lo que demuestra una visión de movilidad sostenible y a largo plazo para una de las zonas portuarias más vitales del continente.
Brasil Impulsa la Conectividad con el Megaproyecto Santos-Guarujá
La importancia de esta infraestructura radica en la drástica reducción del tiempo de cruce entre las dos ciudades. Actualmente, los habitantes y transportistas dependen de un servicio de balsas que puede tomar hasta 18 minutos, o incluso una hora si se opta por la ruta terrestre. Con la finalización del túnel submarino Santos-Guarujá, se estima que el trayecto se reducirá a apenas dos minutos, agilizando significativamente el flujo de personas y mercancías. Esto tendrá un impacto positivo en la eficiencia del Puerto de Santos, el más grande de América Latina, aliviando la congestión vehicular y potenciando el comercio internacional. La monumental obra, prometida desde hace más de un siglo y cuya finalización está proyectada para 2031, posicionará a Brasil a la vanguardia de la infraestructura de transporte en la región y ofrecerá un beneficio directo a cerca de 720.000 ciudadanos.