Google Cloud continúa consolidándose como uno de los principales proveedores de soluciones en la nube, gracias a contratos firmados con grandes corporaciones en sectores como banca, salud y telecomunicaciones.
El crecimiento de esta división se debe a su capacidad de ofrecer servicios personalizados de análisis de datos, seguridad informática y almacenamiento masivo. Además, Google anunció nuevas asociaciones con empresas de inteligencia artificial para reforzar su oferta.
Aunque AWS de Amazon sigue liderando el mercado, Google Cloud se posiciona como un fuerte competidor, registrando un incremento anual de ingresos del 30%. El impulso de la IA generativa, aplicada a la optimización de procesos, ha sido clave en este ascenso.
Los analistas consideran que la empresa se beneficia de su experiencia en software y de su ecosistema tecnológico, lo que le permite atraer clientes en todo el mundo.