Con la confirmación de que España será una de las sedes del Mundial 2030 junto a Portugal y Marruecos, el país vive una ola de entusiasmo. Las ciudades designadas ya trabajan en la mejora de estadios e infraestructuras, y el gobierno ha anunciado inversiones millonarias para garantizar un evento de primer nivel.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) considera que este Mundial será una oportunidad única para proyectar la imagen de España como potencia deportiva y turística. Se espera un impacto económico de más de 5.000 millones de euros y la creación de miles de empleos temporales.
Además, el torneo servirá para fomentar el fútbol base y promover valores como la inclusión y la sostenibilidad. España buscará repetir la hazaña de 2010, cuando conquistó el mundo con un estilo inconfundible y un equipo histórico liderado por Iniesta y Casillas.