La astronomía ha marcado un hito sin precedentes al presenciar, por primera vez en tiempo real, el proceso completo de la muerte de una estrella masiva, culminando en una espectacular supernova Tipo II. El evento, capturado por la Red de Telescopios de Élite (ETN), permitió a los científicos observar los momentos finales de una estrella supergigante roja, a unos 120 millones de años luz de distancia. Hasta ahora, los astrónomos solo podían ver la luz de las supernovas después de que ya habían explotado; sin embargo, en este caso, el equipo logró identificar a la estrella en los últimos 130 días de su vida. El hallazgo reveló que, justo antes del colapso del núcleo, la estrella experimentó una serie de violentas eyecciones de material que se expandieron a su alrededor, una fase de actividad intensa que no estaba completamente documentada en los modelos teóricos.
Observación Histórica de una Supernova Tipo II que Revela la Coreografía Final de una Gigante Roja
El descubrimiento, publicado en la revista The Astrophysical Journal, no solo valida las teorías sobre cómo las estrellas masivas agotan su combustible nuclear, sino que también ofrece pistas cruciales sobre el «oscurecimiento final» de estos gigantes cósmicos. La estrella, diez veces más masiva que nuestro Sol, mostró una luminosidad inestable y una rápida pérdida de masa justo antes de su colapso. Esta expulsión de material explica por qué, en muchos casos, las estrellas progenitoras de supernovas no son visibles en las imágenes de archivo tomadas meses antes de la explosión; la densa nube de gas y polvo generada por la eyección las «oscurece» temporalmente. Este evento, que culminó en un destello de luz inmenso y duradero, proporciona la primera vista cinemática completa del proceso: desde la inestabilidad de la gigante roja hasta la detonación final, abriendo una nueva ventana para el estudio de los ciclos de vida y muerte de las estrellas en el universo.