La OPEP+ busca equilibrar el mercado energético
Los precios del petróleo experimentaron un nuevo repunte esta semana luego de que la OPEP+ anunciara una reducción en su producción para los próximos meses. La medida busca estabilizar el mercado ante la caída de la demanda global y las tensiones geopolíticas que continúan afectando la cadena de suministro.
El barril de Brent, referencia internacional, superó los 95 dólares, mientras que el WTI estadounidense se mantuvo cerca de los 90. Estos niveles no se alcanzaban desde principios del año pasado y generan preocupación por su posible impacto en la inflación global.
Los países productores justifican el recorte como una estrategia preventiva frente a la desaceleración económica mundial. Sin embargo, las naciones importadoras, especialmente en Europa y Asia, temen que el aumento del precio energético frene su recuperación económica.
Estados Unidos, por su parte, ha pedido a los miembros de la OPEP+ que reconsideren la medida, argumentando que podría afectar la estabilidad del mercado y aumentar los costos para los consumidores.
A mediano plazo, los analistas prevén una volatilidad constante. La transición hacia energías limpias, la guerra en Ucrania y la demanda asiática seguirán influyendo en la cotización del crudo.
Con un mercado energético en permanente ajuste, el petróleo vuelve a situarse como un factor clave en la economía global, marcando el ritmo de la inflación y de las decisiones de política monetaria en todo el mundo.