El precio del oro continúa en ascenso y se posiciona como uno de los activos más atractivos para los inversores en tiempos de incertidumbre. Este crecimiento responde a diversos factores, entre ellos la inflación global, la volatilidad en los mercados bursátiles y la búsqueda de refugios seguros ante tensiones geopolíticas. En momentos de inestabilidad, el oro suele consolidarse como un valor refugio, ya que mantiene su poder adquisitivo a lo largo del tiempo y ofrece seguridad frente a la depreciación de otras divisas.
Factores económicos y geopolíticos impulsan su crecimiento
Los analistas señalan que la demanda de oro también ha aumentado por parte de bancos centrales y grandes fondos de inversión, lo que ha contribuido a impulsar su precio en los últimos meses. Además, la creciente inestabilidad en los mercados energéticos y la expectativa de nuevas políticas monetarias refuerzan su papel estratégico dentro de las carteras de inversión. Todo apunta a que, mientras persistan las tensiones económicas y políticas, el oro seguirá siendo protagonista en los mercados financieros internacionales, consolidando su posición como un activo clave para quienes buscan proteger su capital y diversificar sus inversiones.