Venezuela ha vivido un momento de profundo significado espiritual e histórico con la canonización de sus dos primeros santos: el laico José Gregorio Hernández y la religiosa Madre Carmen Rendiles Martínez. Este evento, que ha marcado un hito en la fe católica del país, es la culminación de décadas de devoción popular y de un riguroso proceso eclesiástico. José Gregorio Hernández, conocido afectuosamente como el «médico de los pobres» y ya venerado por generaciones, fue reconocido por su dedicación a la ciencia, la enseñanza y, sobre todo, su inmensa caridad hacia los más necesitados. Su elevación a los altares simboliza el reconocimiento de la santidad en el servicio profesional y la vida laica, convirtiéndose en un modelo de fe aplicada en el día a día.
José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles: De Beatos a Pilares Universales de la Fe
Junto al «médico de Isnotú» fue canonizada la Madre Carmen Rendiles, fundadora de la congregación Siervas de Jesús. Su canonización destaca un legado de servicio, educación y la promoción de la mujer en la vida religiosa venezolana. Ambos, que ya habían sido beatificados (Hernández en 2021 y Rendiles en 2018), ahora son oficialmente declarados santos, lo que permite su veneración en la Iglesia Católica universal. La ceremonia de canonización, que atrajo a miles de venezolanos al Vaticano, trasciende lo meramente religioso, convirtiéndose en un poderoso símbolo de unidad y esperanza para una nación que atraviesa complejas circunstancias sociales y políticas. Los dos nuevos santos venezolanos representan un motivo de júbilo nacional y una reafirmación de los valores de bondad, ciencia y fe que, a través de sus vidas ejemplares, buscan inspirar al pueblo venezolano.