Aunque Rumanía no es tradicionalmente un país dominante en deportes de invierno, su geografía ofrece un gran potencial. Los Cárpatos, con estaciones como Poiana Brașov, Sinaia y Predeal, han sido el centro del desarrollo del esquí alpino y el snowboard.
El gobierno ha comenzado a invertir en infraestructura, incluyendo telesillas, pistas homologadas y centros de entrenamiento. Además, los deportes escolares y universitarios han comenzado a incluir el esquí y el patinaje sobre hielo en sus programas.
Rumanía apuesta por el esquí, el biatlón y el patinaje
En competencias internacionales, atletas rumanos han mostrado avances en disciplinas como el biatlón y el esquí de fondo. También hay proyectos de desarrollo en hockey sobre hielo, especialmente en regiones del norte como Miercurea Ciuc, donde el deporte tiene una fuerte tradición.
El principal desafío es financiero: muchos deportes de invierno requieren inversiones elevadas en equipamiento, logística y formación. También falta apoyo mediático y patrocinadores privados.
Pese a esto, el interés juvenil por estos deportes está creciendo. Si se mantiene el impulso y se promueven alianzas con países con experiencia, Rumanía podría ampliar su presencia en los Juegos Olímpicos de Invierno y consolidar una cultura deportiva más diversa.