Corea del Sur presentó oficialmente el portaaviones ligero CVX, diseñado para operar cazas furtivos F-35B y helicópteros de ataque. La embarcación, de 40.000 toneladas, está equipada con sistemas de defensa antimisiles y capacidad para operaciones anfibias.
Un salto en capacidad naval
El Ministerio de Defensa afirmó que el portaaviones fortalecerá la seguridad marítima y la capacidad de respuesta ante amenazas en la región del Indo-Pacífico. Expertos señalan que esta adquisición refleja el interés de Seúl en proyectar poder naval y equilibrar la influencia de China en la zona.
Según el Ministerio de Defensa, esta nueva capacidad naval permitirá reforzar la seguridad marítima y responder con mayor rapidez a amenazas en el Indo-Pacífico.
Expertos en defensa consideran que esta adquisición no solo moderniza la flota surcoreana, sino que también envía un mensaje geopolítico en una región marcada por tensiones con Corea del Norte y el aumento de la presencia militar china.
El proyecto fue desarrollado en colaboración con astilleros nacionales y empresas tecnológicas locales, impulsando la industria naval del país.