A tan solo cuatro meses de haber llegado al Borussia Dortmund como una de las transferencias más caras de su historia (por cerca de €30 millones), Jobe Bellingham, el talentoso centrocampista inglés, se encuentra en una encrucijada. El menor de los Bellingham, quien llegó con la clara intención de forjar su propio camino y no vivir a la sombra de su hermano Jude, está profundamente insatisfecho con su escaso tiempo de juego bajo las órdenes del técnico Niko Kovač. Con apenas 167 minutos acumulados en la Bundesliga y solo tres titularidades en nueve partidos oficiales de la temporada 2025/2026, el joven de 20 años siente que solo es considerado por el cuerpo técnico cuando el plantel sufre lesiones. Esta falta de protagonismo ha generado una fuerte frustración no solo en el jugador, sino también en su entorno familiar, que esperaba un rol más protagónico para una de las promesas más codiciadas del fútbol europeo. La situación ha escalado al punto de que una salida en el próximo mercado invernal es una posibilidad real si el panorama no cambia drásticamente.
Frustración en el Signal Iduna Park: El Hermano de Jude Busca un Nuevo Rumbo
La tensión ha ido en aumento tras reportes que sugieren la intervención de la familia de Jobe en el área técnica del club, criticando la gestión de Kovač y la temprana sustitución del jugador en su debut en la Bundesliga. Si bien el Dortmund se mantiene firme, recordando que «el área activa en nuestro club sigue reservada para jugadores, entrenadores y oficiales, no para familias y asesores», el descontento de Bellingham es innegable. El mediocampista, que incluso decidió llevar solo su nombre de pila en la camiseta para distanciarse del legado de su hermano, ve peligrar su desarrollo profesional. A pesar de tener un contrato vigente hasta 2030, el futuro de Jobe en el Signal Iduna Park es más incierto que nunca. Con clubes de la Premier League y otros gigantes de Europa atentos a su situación, la salida de Bellingham en el mercado de pases se vislumbra como una opción de alto impacto, marcando un final prematuro y sorprendente para la que prometía ser otra gran historia en la saga familiar en Dortmund.