El mundo del béisbol fue testigo de algo nunca antes visto en la postemporada: la actuación individual de Shohei Ohtani en el cuarto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. El fenómeno japonés de Los Angeles Dodgers no solo dominó el partido, sino que reescribió los parámetros de lo que se considera un desempeño histórico en los playoffs. Ohtani se convirtió en el primer jugador en la historia de la MLB, en temporada regular o postemporada, en combinar una apertura estelar con un poder ofensivo descomunal: lanzó seis entradas blanqueadas, ponchando a 10 bateadores rivales, mientras que, con el bate, conectó tres cuadrangulares que impulsaron la victoria y el pase a la Serie Mundial. Esta combinación de $10$ ponches y $3$ jonrones en el mismo juego era, hasta ese momento, una hazaña inexistente en los libros de récords.
Shohei Ohtani Redefine la Grandeza con una Actuación Inédita de Pitcher y Bateador
La magnitud de la gesta de Ohtani es incalculable y sella su estatus no solo como el mejor jugador del planeta, sino como un talento generacional que solo puede compararse con el mítico Babe Ruth. Más de $500$ jugadores han conectado $3$ jonrones en un juego, y más de $1,500$ han ponchado a $10$ o más; pero el hecho de que Ohtani hiciera ambas cosas simultáneamente —y en un juego decisivo de playoffs— solidifica el argumento de que fue el desempeño individual más dominante en la historia de la postemporada de la MLB. El impacto en la victoria de los Dodgers y su posterior nombramiento como Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato (NLCS MVP) no hacen más que subrayar la asombrosa versatilidad que lo ha convertido en un inigualable ícono global del deporte.