La empresa Bosch, líder mundial en tecnología y componentes automotrices, ha anunciado un recorte de 13.000 empleos en su división de movilidad de aquí al año 2030, como parte de una estrategia para reducir costes y adaptarse a los desafíos del sector. El ajuste afectará principalmente a las fábricas en Alemania, donde la compañía enfrenta una “gran incertidumbre” provocada por la caída de la demanda, los aranceles internacionales y la transición hacia vehículos eléctricos. Según Bosch, esta medida busca mantener la competitividad a largo plazo en un entorno cada vez más volátil.
La multinacional alemana enfrenta la caída de demanda y la presión de los aranceles con una reestructuración profunda en su división de movilidad
La decisión se suma a otros recortes previos y refleja el impacto de la transformación tecnológica en la industria automotriz. Aunque Bosch continúa invirtiendo en innovación, automatización y soluciones sostenibles, reconoce que la digitalización y la electrificación requieren una reestructuración profunda. El recorte representa cerca del 3 % de su plantilla global y hasta un 10 % en Alemania, lo que ha generado preocupación entre sindicatos y trabajadores. La empresa asegura que buscará minimizar el impacto social mediante planes de recolocación y formación. Este movimiento marca un punto de inflexión en el modelo industrial europeo y en la evolución del empleo técnico especializado.