Novak Djokovic ha vuelto a reescribir la historia del tenis mundial, demostrando que la edad es solo un número cuando se trata de su insaciable sed de récords. A sus 38 años y cuatro meses, el serbio se ha convertido en el jugador más veterano en alcanzar las semifinales de un torneo ATP Masters 1000 tras su épica actuación en Shanghái. Superando las duras condiciones de calor y humedad, y tras solventar encuentros extenuantes, Nole se impuso en cuartos de final al belga Zizou Bergs, sellando su décima presencia en esta ronda del torneo chino. Este hito no solo extiende su dominio en la categoría de Masters 1000 —donde ya posee la plusmarca de 40 títulos—, sino que también subraya su increíble longevidad y capacidad de adaptación. La victoria lo posiciona como el claro favorito para levantar su quinto trofeo en Shanghái, un evento que ha dominado históricamente y donde, a pesar de las molestias físicas y el cansancio evidente, su mente competitiva se impone a la lógica del tiempo.

El «Abuelo» de los Masters 1000 que No Conoce Límites

La gesta de Djokovic en China es un testimonio de su vigencia inquebrantable en un circuito dominado por talentos emergentes. En un torneo que vio las ausencias de estrellas jóvenes como Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, el serbio acaparó el protagonismo, exhibiendo esa fortaleza mental que lo caracteriza. Su avance a las semifinales, la número 80 en esta categoría de torneos, lo sitúa a la cabeza en la tabla de todos los tiempos. Ahora, Djokovic se enfrentará a la gran revelación del campeonato, el monegasco Valentin Vacherot, en un duelo que simboliza el choque entre la experiencia histórica y la nueva generación. Con cada partido, el de Belgrado no solo acumula victorias, sino que reafirma su estatus como el ‘GOAT’ (el mejor de todos los tiempos) al redefinir los límites de lo que un atleta puede lograr en la élite, manteniendo vivo el debate sobre su posible título número 101 en el circuito.