El Paris Saint-Germain (PSG), actual campeón de la UEFA Champions League, demostró su estirpe y mentalidad ganadora al propinarle una dolorosa derrota al FC Barcelona en el Estadio Olímpico Lluís Companys, por la fase de grupos de la competición. El partido, intenso y con un ritmo frenético, prometía ser la revancha de los culés tras anteriores enfrentamientos. Los dirigidos por Hansi Flick comenzaron de manera brillante, con un incesante Lamine Yamal que desbordaba por la banda y propiciaba el primer gol. Fue Ferran Torres quien, en el minuto 19, abrió el marcador tras una gran asistencia. El golpe inicial, sin embargo, no hizo tambalear al campeón parisino. Antes del descanso, el joven Senny Mayulu igualó el marcador (minuto 38) tras una jugada individual espectacular de Nuno Mendes, dejando el pulso en tablas y anunciando una segunda mitad de alto voltaje. El Barça intentó reaccionar y tuvo sus oportunidades, incluida una salvada bajo palos de Achraf Hakimi que negó el gol a Dani Olmo, pero el PSG mostró mayor contundencia y jerarquía en el tramo final.
Remontada en la Champions League: Gonçalo Ramos Sella el Triunfo del PSG en el Minuto 90
El partido se encaminaba a un empate que, aunque no era ideal para los azulgranas, reflejaba la paridad del encuentro. No obstante, el PSG, comandado desde el banquillo por el ex-culé Luis Enrique, reservaba su golpe de gracia para el último aliento. Cuando el reloj marcaba el minuto 90, y con el Barcelona luchando por resistir la embestida visitante, una jugada por la banda derecha resultó letal. El incombustible Achraf Hakimi se deshizo de su marca y lanzó un centro preciso al área que encontró a Gonçalo Ramos. El delantero portugués, recién ingresado, no perdonó y definió con frialdad ante el arquero, sellando la remontada y el 1-2 definitivo. Esta victoria no solo le otorga al PSG tres puntos de oro para mantenerse invicto y líder del grupo, sino que también supone un tremendo golpe de realidad para el equipo culé. La derrota, con un gol encajado en la última jugada en casa, duele y subraya que, a pesar del talento joven, aún existe un escalón de diferencia en cuanto a colmillos y pragmatismo ante el vigente campeón de Europa. El PSG demostró que su título no fue casualidad y que es un equipo diseñado para competir hasta el último segundo.