El fútbol tiene esos momentos de épica inolvidable, y la victoria del Real Oviedo ante el Valencia CF en Mestalla (1-2) ya ha quedado grabada con letras de oro en la historia reciente del club asturiano. En un partido que parecía condenado desde el minuto 4 por el gol inicial de Danjuma, el Oviedo de Paunovic demostró una garra inquebrantable, especialmente en la segunda mitad, donde su portero, Aarón Escandell, detuvo un penalti clave que sirvió de catalizador moral. Sin embargo, el clímax de la emoción llegó en los minutos finales, convirtiendo a Mestalla en un escenario de locura. Fue en el minuto 85 cuando el recién ingresado Luka Ilić firmó el empate, silenciando al público local y encendiendo la esperanza visitante. Pero la verdadera hazaña la selló, tan solo un minuto después, el delantero venezolano Salomón Rondón, quien, tras ingresar desde el banquillo, aprovechó un rebote en el área para fusilar la portería y materializar una remontada que nadie esperaba.
Un Minuto de Gloria: La Jornada que Sacó al Real Oviedo del Descenso
El gol de Rondón en el minuto 86 no fue solo su primer tanto con la camiseta del Oviedo en LaLiga, sino un impacto directo en la tabla de clasificación. Esta victoria, la primera del equipo carbayón fuera de casa, significó un salto vital para salir de los temidos puestos de descenso, demostrando que el espíritu de lucha del club ha regresado a la máxima categoría. La figura de Salomón Rondón, un delantero de probada jerarquía y experiencia internacional, se agigantó, consolidándose instantáneamente como el héroe de la jornada y un referente para la afición. Su capacidad para ser determinante en la recta final del partido subraya la importancia de la experiencia y el olfato goleador en los momentos cruciales. El triunfo en Valencia no es solo un festejo puntual, sino una inyección de confianza y un mensaje claro: el Real Oviedo está dispuesto a batallar con coraje y épica por su permanencia en la élite del fútbol español.