Ansu Fati está viviendo un cambio radical en su carrera tras su llegada al AS Mónaco cedido por el FC Barcelona. Después de temporadas marcadas por las lesiones y una falta de continuidad tanto en el club azulgrana como en su cesión en el Brighton & Hove Albion, el talentoso delantero español ha encontrado en la Ligue 1 el entorno perfecto para su resurgimiento. El movimiento al Principado se concretó con el objetivo de que Fati recuperase su mejor nivel, ese que lo convirtió en el goleador más joven de la historia del Barça y en el heredero del mítico dorsal ’10’. El impacto ha sido inmediato y sorpresivo: en tan solo dos de sus primeros partidos con la camiseta monegasca, Fati ya sumó tres goles, incluyendo un tanto en la Champions League y un espectacular doblete en su debut en la Ligue 1 contra el Metz. Esta racha goleadora no solo ha impulsado al Mónaco en la tabla, sino que ha tranquilizado al jugador, confirmando que la fuerza y la confianza que le faltaban han regresado.
Tres Goles en Dos Partidos: La Explosión que Necesitaba el Heredero del ’10’
El «cambio» de Ansu Fati en Mónaco no es solo físico o estadístico, sino fundamentalmente mental. Las lesiones habían convertido su carrera en un calvario, afectando su juego y, crucialmente, su seguridad en sí mismo. La cesión, que se acordó por una temporada e incluye una opción de compra para el club francés, le ha ofrecido el nuevo comienzo que necesitaba, alejado de la presión asfixiante de un club como el FC Barcelona. El entorno menos exigente, sumado a un plan de adaptación que prioriza su forma física óptima y la posibilidad de jugar como segundo delantero, parecen ser las claves de esta explosión. Su actual rendimiento sugiere una recuperación de la velocidad y la chispa que lo caracterizaban. El mundo del fútbol, y especialmente el barcelonismo, observa con atención cada partido, esperando que este prometedor inicio en el Mónaco sea el camino definitivo para que Ansu Fati se convierta en el crack mundial que una vez prometió ser.