Ousmane Dembélé ha culminado una temporada histórica al alzarse con el Balón de Oro 2025, un reconocimiento individual que pocos habrían predicho hace unos años. El delantero francés del PSG, que superó en la votación a la joven promesa Lamine Yamal, protagonizó un emotivo discurso en el que no dudó en señalar a un mentor silencioso como clave de su transformación: Lionel Messi. Dembélé, que compartió vestuario con el astro argentino durante su turbulenta etapa en el FC Barcelona, reveló que un simple pero profundo consejo de Leo cambió su mentalidad y ética de trabajo. «Tuve una muy buena relación con Messi. Mi casillero estaba justo al lado del suyo y me dio muchos consejos. Me dijo que fuera serio si quería alcanzar mis sueños», confesó el ‘Mosquito’. Esta anécdota subraya cómo la influencia de los grandes no solo se mide en la cancha, sino también en el legado silencioso que dejan en sus compañeros.
La Influencia Invaluable: «Tenía que ser serio»
A partir de ese consejo, Dembélé asegura que comenzó a «observar y aprender» la forma en que Messi se comportaba dentro y fuera del campo. Esta nueva seriedad, sumada a la confianza que le brindó Luis Enrique en el PSG al reposicionarlo como un falso nueve, fue el catalizador de la mejor temporada de su carrera, con 35 goles y 16 asistencias, liderando al club parisino a conquistar importantes títulos colectivos, incluyendo la Champions League. El Balón de Oro 2025 no es solo el premio a una campaña brillante, sino la culminación de un proceso de madurez y redención. La dedicatoria de Dembélé al «más grande de todos los tiempos» no pasó desapercibida: el propio Messi felicitó públicamente a su excompañero con un afectuoso mensaje en redes: «¡Grande Ous! Felicidades, me alegro mucho por vos. Te lo merecés», cerrando así un círculo de respeto y gratitud en la élite del fútbol mundial.