El Inter Miami, comandado por Lionel Messi, sufrió una de sus derrotas más duras desde la llegada del astro argentino, al caer por 3-0 frente a Seattle Sounders en la final de la Leagues Cup. El esperado encuentro, disputado con un marco imponente de público, mostró a un Seattle sólido, disciplinado en defensa y letal en ataque, que no permitió al conjunto de Florida desplegar su característico juego ofensivo. Desde el inicio, los Sounders dominaron la posesión en los momentos clave, presionando alto y obligando a Messi y compañía a retrasarse en exceso. Pese a algunos intentos aislados del capitán argentino, la muralla defensiva rival y la eficacia de los contraataques hicieron la diferencia.
Un duro revés para el equipo de Florida frente a un rival que mostró superioridad táctica y física
El resultado deja a Inter Miami con un sabor amargo, pues aspiraba a consolidar su dominio en el fútbol de la región tras el impulso mediático y deportivo que significó el arribo de Messi. Sin embargo, el Seattle Sounders demostró experiencia en finales y un plan de juego que neutralizó a las estrellas rivales. Más allá del revés, la campaña del Inter Miami en la Leagues Cup refleja el crecimiento del club y del torneo, que se ha convertido en una vitrina internacional de gran relevancia. Por otro lado, la caída 3-0 obliga al equipo a replantear aspectos tácticos de cara a los próximos compromisos en la MLS. Para Messi, este resultado es un recordatorio de que, aunque su calidad sigue siendo diferencial, el éxito requiere de un engranaje colectivo sólido. Con ello, queda abierta la incógnita de cómo responderá el Inter Miami tras este golpe y si logrará usarlo como motivación en su camino a nuevos títulos.