En los días de calor, pocas cosas son tan frustrantes como querer disfrutar una bebida fría y encontrarse con que está a temperatura ambiente. Si no tienes tiempo para meterla al congelador o simplemente quieres una solución más rápida, existe un método casero que enfría cualquier lata o botella en tan solo dos minutos, sin necesidad de electricidad ni tecnología. El truco consiste en envolver la bebida en papel de cocina o una servilleta empapada en agua, y luego colocarla en un recipiente con agua, hielo y sal. La clave está en la sal, que disminuye el punto de congelación del agua, lo que acelera el proceso de enfriamiento por conducción térmica. En apenas 120 segundos, la bebida baja su temperatura notablemente, llegando a un estado ideal para el consumo.
Un truco casero rápido y efectivo que está revolucionando las reuniones y días calurosos
Este método no solo es útil para emergencias en reuniones o fiestas, sino también en campamentos, playas o cualquier situación donde no se disponga de un refrigerador cerca. Además, es aplicable tanto a latas como a botellas de vidrio o plástico. Es importante no agitar la bebida durante el proceso si se trata de una gaseosa, para evitar derrames. Los expertos en cocina y ciencia doméstica aseguran que este es uno de los métodos más rápidos y seguros para enfriar bebidas sin dañar su contenido ni alterar su sabor. Lo mejor de todo es que no requiere productos costosos ni herramientas difíciles de conseguir. Así que la próxima vez que tengas invitados sorpresa o simplemente olvides enfriar tus bebidas, recuerda este truco simple, eficiente y al alcance de todos.